Wednesday, March 03, 2010

En esta imagen un compatriota que en los escombros de su pueblo encontró una bandera. ¡FUERZA CHILE!
TERREMOTO


Mi país es un lugar de constantes remesones, a eso estabamos acostumbrados y la mayoría de las personas ni nos inmutabamos cuando el piso se movía "Está temblando" decíamos como para connotar la anécdota. Eso hasta las 3:34 AM del Sábado 27 de Febrero.

Creo que ninguno de los que vivimos en las zonas afectadas (6 de 14 regiones del país) olvidará jamás lo que estuvo haciendo el día anterior, cuando la vida era normal, tampoco olvidará dónde estaba en el minuto en que la vida cambió y mucho menos aquel amanecer, cuando la luz del día nos mostró el horror en que estabamos envueltos.

Mi familia, mis amigos y yo, nos la llevamos barata, por no decir que prácticamente gratis. En mi caso, estaba durmiendo, había llegado a la 1 de la mañana de vistar a una amiga, el ruido vino primero, pero no me moví, en ese momento era "Otro Temblor", conforme se empezó a mover mi cama y no paraba de moverse, me dí cuenta de que esto era demaciado largo, me senté en la cama y supe que ya no había bajado la escalera para refugiarme en el primer piso. Entonces el movimiento se puso macabro y las cosas de mi pieza empezaron a caer, grité en la oscuridad, sabiendo que era algo inutil, porque con el ruido nadie me escucharía, pero estaba equivocada, mi tío había subido desde el primer piso. me tumbó la puerta y, aunque no es mi persona favorita en el mundo corrí hacia él. Las cosas en el pasillo seguían callendo, pregunté por mi mamá, me dijo que estaba abajo, entonces hice la pregunta más tonta de todas "¿Esto es un terremoto, tío?" me miró mientras caía un cuadro escalera abajo "Si", me dijo, recordando que yo nunca estuve en uno. Cuando los dos minutos más largos de mi vida acabaron. bajamos la escalera y nos encontramos con mi mamá.

Una hora después llegó mi hermana, su marido y los dos niños a casa, para iniciar la vigilia, esperábamos a mi papá que estaba trabajando en el Puerto de Valparaíso, no teníamos linea telefónica, estabamos incomunicados. A las 5 de la mañana llegó caminando con su bolso, un poco en Shock, no dejaba de repetir "No se si me traje los lentes". Nos contó que el muelle se abrió a sus pies, que los vidrios estallaban en los edificios y que él lo pasó afirmado de una barrera, el mar en el puerto bajó dos metros y él dejó todo botado y empezó a caminar por Valparaíso, cuando encontró algo en que venirse a casa, lo tomó sin pensarlo.

Todos juntos esperamos al sol.

Por la radio, supimos de la catastrofe en el sur, de las casas y edificios en el suelo, de los maremotos que la burocracia de mi país impidió avisar, de los muertos, de los niños solos, de las personas que lo perdieron todo, pero que agradecen estar vivos.

Por teléfono encontré a mis amigos, dos estaban de fiesta, a una le dió un ataque de histeria, a una se le vino el pueblo abajo, otro salvó una botella de vino, cada uno aferrado a su pequeña pieza de normalidad.

Yo subí a buscar mis cigarros y me compré muchas cajetillas y mucha agua.

Hay mas cosas que decir, a ver si me inspiro y me calmo. Solo quiero que sepan que este post lo escribo para mis amigos Venezolanos, Silvia y Oswaldo, cuya amistad y preocupación deja muy en alto el nombre de su pueblo. Los quiero mucho y los pienso siempre.

Saturday, January 30, 2010

El principe de más allá del mar


Sola en mi habitación, habiendo hecho todo lo que tenía que hacer, no me quedaba más que pasearme por la página de Facebook, lugar donde me entero y me actualizo de la vida de todos los que me rodean y de un par de personas que nunca más he visto en la vida, pero que tienen vidas bastante dignas de seguir por la red.
Sumida en el ocio máximo, me puse a revisar la bandeja de entrada de los mensajes privados, allí me encontré con las felicitaciones de año nuevo (ya leidas muchas veces) de mi amigo español, al que llamaré Julieto (como yo soy ROmina, me puso ROmea y él, Julieto). Entonces al final de su mensaje pude leer "Te quiero mucho", en mi mensaje también se lo había dicho y muchas veces hemos terminados nuestros mails con esa frase, pero solo esta vez me pregunté ¿Cómo llegamos a querernos mucho?, después de todo, nunca nos hemos visto en la vida, es más, él está a 5 horas en el futuro al otro lado del Gran Charco, ninguno de los dos ha planteado nunca cruzar el Gran Charco y visitar al otro y, aunque hay un dejo de romanticismo en nuestros mail, no se plantea como opción romántica, nuevamente porque está al otro lado del Gran Charco a 5 hora en el futuro.
¿Qué hará que las personas se quieran?, porque yo siento honestamente que lo quiero y, como a todas las personas que quiero, no necesito tenerlo sentado junto a mí todos los días, ni hablar siempre con él, solo sé que lo quiero y que él me quiere.
La primera vez que me dijo que me quería, había ido a correr con los toros, sintió la muerte cerca y descubrió que uno no puede pasar la vida sin decirle a las personas importantes que las quiere. Así es Julieto, aventurero, temerario y creativo, porque canta canciones escritas por él, canciones que a veces escucho en mi MP3 y escribe poemas, me ha mandado varios todos escritos para sus amores.
Nunca se lo dicho, pero varias veces, cuando he estado triste, llega un correo suyo y me hace sonreir, de esa forma es que se volvió importante, porque su distancia no es real, ¿Cómo va a ser real si me la paso tan bien con él?, es un gran tipo y eso hace que lo quiera tanto como si estuviera acá sentado junto a mí.
No sé si estos pensamientos daran cuenta de la lógica que se sigue cuando uno llega a querer a alguien, pero quizás la lógica no tiene nada que ver en esto.

Sunday, March 08, 2009

Todo comienza y todo termina con ojos azules.


Te pido que me dejes olvidada en el lugar más recondito de tu pensamiento, no me dejes nunca ser real, no me trates como si fuera alguien importante, no me permitas sentirme cercana a tí, no me dejes entrar en aquello que escondes, no me reveles tus secretos, no compartas conmigo tus anhelos. Yo prometo no entenderte, ni escucharte, olvidar todo lo bueno que dices, recordar de tí solo aquello que detesto y decirte una y otra vez lo poco agradable que te encuentro.
Juguemos a intentar enamorarnos, una y otra vez, para huir despavoridos cuando adivinamos la cercanía del objetivo, persigueme cuando me alejo de tí, obligame con tu indiferencia a dejarte cuando me encuentre demaciado cerca, yo prometo tener contigo la misma gentileza, te miraré con amor una que otra vez, para que creas que puedes huir despavorido y no regresar jamás, pero prometo recibirte a tu regreso con tu palabra favorita en los labios "No" y te dejaré hablando solo muchas veces, porque sé que te gusta.
La nuestra es una desunión tan conveniente, no comparto ninguna de tus ideas sobre como funciona el mundo, tu rechazas abiertamente los tesoros de mi corazón, estamos marcados por la penumbra, estamos destinados a no ser y aún así nos encontramos una y otra vez, quizás lo único que nos une es el afán de la contradicción, de negar con las palabras lo que nos decimos sin hablar.
Tus motivos para estar conmigo, son tan ocultos que no me esfuerzo en develarlos, mi motivo es la bendición que encuentro, cuando se enciende esa chispa en la oscuridad de tus ojos claros, cuando viajamos perdidos en el tiempo y el espacio, en esos momentos yo descubro la mentira que te has inventado para sobrevivir y disfruto el poder de tener la razón.
Espero en cualquier instante, no volver a saber de tí, de hecho, es mi deseo, pero pase lo que pase, te agradezco por no acompañarme y por no quererme, ten siempre presente que no me arrepiento ni un instante de haberme lanzado en la inmesidad de ese océano, en esos ojos en los cuales miro y parecen el cielo claro de una mañana que promete, en esos ojos que me invitan a perderme en el misterio infinito de tu soledad.

Thursday, March 05, 2009

RECUENTROS


Tiendo a considerar que la frase inicial y la frase final de un relato son lo más importante, las primeras palabras son las decisivas al momento de seguir o no leyendo un texto, las frases finales son las que te llevas cuando terminas de leerlo, la pulcritud, la magnificiencia de ambas son determinantes para quedar con esa exquisita sensación de que no perdiste tu tiempo metido en medio de esas hojas.
Algo así pasó conmigo este verano. Hace años que mi vida era una continuidad, vivía una larga historia, una novela de millones de hojas, donde una acción seguía a la otra, no había forma de darle pausa, solo había que continuar, había muchas voces narrando la historia, voces distintas cada una imponiendo su punto de vista, yo las seguía a todas y creía que todas tenían razón. Adopté de otros una forma de amar que parecía apropiada, una idea sobre lo que se supone es la amistad, una impresión sobre como tenía que actuar, el fin último era no estar sola, que me aceptaran y quizás, me quisieran.
Puse punto final a esa historia un día viernes, estaba sentada en un pub, el nuevo hombre al que había decidido entregarle mi vida acababa de insultarme y se alejaba de mí dándome la espalda, ahí quedé yo, mirando hacia una pared que me parecía infinita, si me quedaba allí, lo más probable es que siguiera con él, pero ¿Era eso lo que yo quería?, entonces resonó en mi cabeza un grave y profundo "NO", tomé mis cosas y salí del lugar, caminé varias cuadras sin entender que estaba haciendo, movida por una certeza desconocida, estaba sola, caminaba perdida en la noche y de pronto, eso se sintió muy bien. Así aprendí que estar sola y perdida tiene sabor a libertad.
Al día siguiente, al despertar, estaba tan tranquila, que nadie entendía que me había pasado, al parecer las personas esperan reacciones fuertes cuando las parejas se terminan, pero no tuve nada de eso cuando el Taly terminó conmigo, después de 6 años de relación, no veía porque tenía que ponerme triste por dos meses.
Solo me motivó hablar del tema con mi Hermana, con la dani, mi amiga de muchos años y, al fondo de mi pensamiento surgió una persona más, la persona menos esperada, mi amiga Mary, de la universidad, con quien nos habíamos peliado hace meses, a ella llamé por teléfono y le pedí juntarnos, le conté la historia completa y entremedio nos reconciliamos.
- Tu eres muy rara - Me dijo
- Tu también - Le dije yo.
Y se acabó el problema entre nosotras, así descubrí que ella era un Cactus, y ahora concluimos todas nuestros problemas aludiendo a nuestra "rareza".
Esta reconciliación, misteriosa para la mayoría de la humanidad, me hizo perder un par de las que yo consideraba mis buenas amigas, siento su ausencia y lamento su molestia, pero aprendí que no tengo que pedirle permiso a nadie para hacer lo que nace en mi corazón.
De esta forma llegé al año nuevo, relativamente sola y relativamente reencontrada, pero la que les escribe ahora aún tuvo un segundo cambio de visión, en ese ayudaron fundamentalmente 7 chicos, a los que les tengo guardado un post especial en su honor.

Thursday, January 08, 2009

:::CACTUS:::



Quiero rendir tributo a estas admirables plantas, por su inmensa capacidad para crecer y sobrevivir en ambientes hostiles, incluso, las semillas de los cactus, pueden permanecer en la tierra durante años hasta que cae un poco de agua y les permite crecer. Yo solo conozco una cosa que puede sobrevivir bajo esas características y en ese grado de adversidad.
Hace 12 años, mi hermana fue a pasear a Viña y, como se sintió culpable de no llevarme a pasear con ella, me trajo multiples cachivaches a su regreso, entre ellos, un pequeño Cactusito que a duras penas se veía dentro de su pequeño macetero. Lo recibí con gran alegría e inmediatamente le puse un nombre apropiado a la fragilidad de su contextura: "Eddie Kaspbrak", por el personaje de la novela "IT" de Stephen King (excelente novela apropósito... de hecho la película que se hizo de este libro, motiva el rechazo a los payasos en muchas personas de mi generación).
Durante años Eddie y yo fuimos grandes amigos, yo lo cuidaba, le leía libros, le contaba cuentos, lo ponía junto al televisor para que escuchara los programas sentado en primera fila; cuando me iba de vacaciones a acampar con mis papás, Eddie venía conmigo, porque no tenía corazón para dejarlo solito, era tan pequeño e indefenso.
El interés es algo que va cambiando, creo que no se puede vivir interesado siempre en lo mismo y con la misma intensidad, eso nos priva de crecer y de cambiar, quizás solo digo esto para justificarme, porque, no recuerdo claramente los motivos, durante largos años dejé a Eddie olvidado, entre otras plantas, la importancia de su compañía en mi vida, se me olvidó completamente y yo seguí avanzando.
Hace unos meses atrás, volví la mirada sobre esa planta, debo reconocer que hasta su nombre se me había olvidado, lo noté de pronto ahí parado estoico y digno, escondido entre unos libros, no lo regaba hace años, pero había crecido tanto que ocupaba todo el espacio de su macetero. Lo rescate de entre los libros, le puse agua y lo llevé a mi pieza.
El amor de verdad, pienso yo, que se parece a mi Eddie, al principio como todo amor, te entusiasma y estas pendiente de él, pero existen veces que dejamos de estar hipervigilantes con ese amor, puede incluso que lo abandonemos definitivamente, porque sin duda que hay muchas plantas lindas, delicadas y de exoticos colores, yo misma tuve otras plantas a las que le dediqué mi atención.
Pero el amor de verdad, es otra cosa, no necesariamente tiene lindo aspecto o hermosos colores, el vínculo del amor real, es como mi Eddie, que dejé olvidado y sin alimentar por años y cuando volví mi mirada sobre él, aún estaba allí vivo, donde las otras plantas se mueren si no le propicias los cuidados adecuados, mi cactus sobrevivió y cuando me dí cuenta de eso, le agradecí todos esos años que sobrevivío, solo para enseñarme a diferenciar lo pasajero de lo permanente y para hacerme infinitamente agradecida del amor de esas amigas que siempre siempre están conmigo, sin importar el cambio de eras.
El mundo está lleno de plantas, igual que de amores, pero si entre ellos te encuentras un Cactus, feo chico y espinudo, no lo dejes nunca, eso es amor.

Este es Eddie en la actualidad

Este es Eddie con su amigo Benito, que es un poco más grande que Eddie cuando lo conocí

Tuesday, December 30, 2008

Escribe, Romy, escribe...


Me pregunto porque todos me piden que haga eso, todos los que han leido algo de lo que he escrito, especialmente los que han leido escritos míos de hace 10 años atrás, me piden una y otra vez que escriba.
No estoy en un buen momento, este ha sido un año entero de terribles sucesos y anoche mientras lloraba mis penas con el Taly, me recordó en medio de sus consuelos varios y diversos (que incluyeron promesas de diversa índole y yo creo que hasta un pacto con Dios para que me diera todo lo que quiero, como según él, me merezco),"escribe, Romy, hace tiempo que no escribes nada. Escribe aunque sea para mandarnos a todos a la mierda", aunque creo que en el fondo sabe que el que se tendría que haber ido a aquel lugar es él, pero no se fue, ni se irá, los dos somos lo suficientemente porfiados y voluntariosos para seguir juntos aunque nos hechemos el mundo encima, mi querido amigo es un héroe trágico y bastante despistado, pero estamos unidos por la misma capacidad de amar en las buenas y en las malas, perdonar las heridas profundas y levantarnos mutuamente sin cobrarnos la ayuda prestada.
Hace años que mi hermana se aburrío de repetirme la misma cantinela "escribe, Romy, escribías tan lindo cuando eras chiquitita" y ella me conoce desde el día aquel en que nací azul, cuando ella pensó que la hermanita no deseada venía directamente de una nave espacial. Una vez me dijo que, el odio que tenía por la criatura fraternal que le enviaron del epacio, se le pasó cuando se dió cuenta que "o nos teníamos la una a la otra, o nos ibamos al hoyo las dos" y desde ese día fomentó mi gusto por la lectura, por los cuentos, por escribir "Cuando el mundo no sea como tu quieras, escribe, Romy, escribe." Y yo le contaba cuentos de todo tipo que ella celebraba como obras maestras y hasta guardaba para la posteridad "cuando seas famosa, esta obra inédita de tu infancia, va a costar millones", me decía para animarme más. Actualmente esa mujer admirable que se costruyó una vida nueva a punta de porfía y sacrificio, se limita a decirme "Me compré este libro, es tan bonito, me recuerda a como escribías cuando eras chiquitita", de fondo va el mismo anhelo de su corazón de madre adoptiva, que no se rinde "escribe, Romy, escribe"
Hace unos meses mi mejor amiga, la Dani, me contó una historia y me dijo que ahora necesitaba que le escribiera otro cuento "¿Otro?", abrumada me recordó que hace 10 años le escribí un cuento que marcó una etapa en su vida, un cuento que yo no recordaba, hasta que ella me lo mandó por mail. Era tan bueno que me gustó leerlo, pero no me reconocí en esas palabras y, si no me hubiera dicho previamente que es mío, no le habría creído. Todavía mi amiga espera que le escriba su historia, porque cuando nos conocimos yo tenía una habilidad que hace años no practico, antes de dormirnos, en las noches que pasabamos juntas como hermanas adoptivas que ahora somos, ella me decía:
"Cuéntame un cuento"
"¿De qué lo quieres?"
"De amor"
"Nombrame tres cosas que no pueden faltar en tu cuento"
Ella las nombraba y yo me lanzaba de lleno al relato, no recuerdo que le contaba, porque se lo relataba en estado onírico, solo aquellas tres cosas que no podían faltar, guiaban mi narración como estrellas relucientes en el firmamento de posibilidades que tiene una historia.
Cuando tenía 13 años conseguí que un hombre 5 años mayor que yo, esperara dos años completos para que me dejaran pololear con él, ¿Cómo lo hice?, le mandé una carta y después de eso no lo vi más, el día que cumplí 15 años el galán en cuestión me llamó por teléfono, a penas me acordaba de él y de la carta enviada, no quedaban rastros en mi frágil memoria (estoy segura que de viejita me va a dar alzheimer), pero concertó una cita conmigo y se apareció alto, delgado y reluciente, llevando mi carta, escrita con letra infantil y adornada con corazones rojos "recuerda que no siempre seré chica" es la frase que se fijó mejor en mi memoria, cuando la leí ese día.
Ya me siento bastante mejor y no quiero dar remate a esta verborrea variopinta que acabo de plasmar, pero si diré, que entiendo lo que me quisieron decir, escribir no tiene que ver con mi talento, que no me interesa si tengo o no, tiene que ver con salvar mi vida.

Sunday, December 07, 2008

::::SOY::::


Me reconozco pequeña en el mundo y vivo en concordancia con esta creencia. Hay tantisimas personas que son mucho más grandes que yo, más interesantes y más inteligentes, que prefiero no gastar mis esfuerzos en ponerme a la par con ninguno de ellos. Eso si, creo que la gente más valiosa es la que simplemente lo es, sin necesidad alguna de mostrar cuanto sabe o cuanto posee, quienes son verdaderamente importantes nunca sienten que lo son.
Hace años me comparé con ese tipo de pasto que crece en cualquier parte, de ese que puede crecer en medio del pavimento, porque no necesito ser una hermosa flor para sentirme viva, prefiero crecer en medio de la adversidad, que ser admirada por mi delicadeza y mi perfume.
No tengo aspiraciones de poder y muchas veces parece que careciera de ambición, más no lo hago, simplemente mi ambición es de una naturaleza distinta, lo material carece de importancia frente a la eterna dicha de un grato momento. Lo grandioso en mi vida es lo más pequeño.
Mi existencia cobra sentido en el servir, no me adjudico el triunfo de una terapia bien lograda, no me regocijo en mis conocimientos técnicos, no importa cuan bien los pueda manejar, si no soy capaz de llevar esperanza a la vida de quienes se sientan frente a mí, nada de lo que haga puede importar. En cambio, si consigo que alguien sonría, si por alguna maniobra del destino, de la cual no me hago responsable, el estar a mi lado hace feliz a algún otro ser, entonces sabré que lo hice bien.
Mi madre me dijo de muy pequeña que podía enamorarme de cualquier persona siempre que fuera alguien que me quisiera mucho y me aceptara como soy, por lo tanto, nunca he aspirado a que me acompañe el más inteligente, el más sabio, el más adinerado o el con mejor futuro. Casi nunca escucho los concejos de mi madre, pero este lo recibí con el corazón abierto y aunque he visto que en el mundo las otras cosas importan más, para mí un corazón gentil en un hombre cariñoso es un bien que perdura por la eternidad.
Y si nadie logra entender mi gusto por la pequeñez, yo "moriré con las botas puestas", como dice mi pololo, porque elegí vivir mi vida de este modo, elegí respetar todas las naturalezas, aunque no las comparta; elegí amar con todas las fuerzas de mi corazón, no importa si me equivoco; Elegí admirar en vez de ser admirada; Elegí el camino menos concurrido, quizas eso haga toda la diferencia.