Saturday, June 07, 2014

Película versus Libro: "EL JARDÍN SECRETO"


Tenía 12 años y muchas ganas de ver esta película. El trailer me parecía asombroso con esa niña de trenzas atravesando una puerta escondida, por la que luego asoma su mano y nos llama con un dedo. Yo quería ir al Jardín Secreto, realmente lo deseaba y nadie lo sabía mejor que mi hermana Paula, por eso me llevó a verla al Cine Arte de Viña del Mar, que en esos años, era el último cine al que llegaban las películas antes de desaparecer de cartelera.
Si echo la memoria atrás, aún recuerdo la cálida sensación que me produjo escuchar la voz de Mary por primera vez: “Mi nombre es Mary Lenox” decía en su primera frase, acompañada por las escenas que la muestran en los parajes áridos de la india, con esa fotografía en colores anaranjados. Una maravilla.


Amé a Mary Lenox de inmediato, porque era solitaria y distinta, tal y como yo me sentía en aquel tiempo, me enamoré del frío páramo, de su boina roja y su cuerda para saltar, imaginaba como sería su romance con Dickon cuando estuviesen grandes y lo magnifico que se vería Colin alto y delgado haciendo magia en el jardín secreto junto a su fogata.
Hace unos meses mi hermana me regaló la versión completa del libro. Por lo general, es fácil de encontrar la versión resumida que cuenta con unas 100 hojas, apropiadas para el público infantil actual. El clásico alcanza las 419 hojas en su versión de bolsillo.


En esencia, la historia es la misma. Una diferencia importantes es que los padres de Mary en la película mueren en un terremoto y en el libro mueren de cólera, lo que permite describir con mayor precisión el abandono en el que queda nuestra pequeña protagonista, a la que olvidan por semanas y rescatan por casualidad, lo que nos deja claro que Mary no era importante para nadie.
Una vez llegada a Inglaterra se encuentra en este inmenso castillo, donde parece estar igual de abandonada que la India, hasta que conoce a Marta, la doncella encargada de llevarle la comida, con quien entabla la primera relación humana real que ha tenido en su vida. En el libro Marta le habla en detalle de su familia, de hecho sabemos en detalle de su madre y todos sus hermanos, entre los que se encuentra Dickon, el niño encantador que ese hace amigo de Mary y le ayuda a revivir el jardín.
En el libro nos describen en detalle el crecimiento del jardín, eso aburre un poco, por lo que el libro es ideal para antes de dormir. Con la magia del cine bastaron algunas imágenes con la música apropiada para darnos a entender la magnificencia del lugar.
Un detalle que me gustó mucho del libro es el largo discurso de Colin, primo de Mary, sobre la magia, porque se parece mucho a lo que los gurús de la autoayuda proclaman en sus discursos y considerando que el libro data de 1911, me parece muy llamativo, la idea de Colin es que si todos desean algo mucha fuerza y pensando que aquello es posible, se volverá realidad, algo así como “Si lo crees, lo creas”


Los actores fueron muy bien elegidos, cada uno rescata la verdadera esencia de su personaje, a excepción del ama de llaves, que en la película es una mujer desagradable y en el libro es sólo seria y distante. En el libro tiene mucho protagonismo la madre de Marta y Dickon, que a penas se menciona en la película, aún así la narración no pierde nada sin ella.

Sin olvidar que la verdadera historia es la del libro, tengo que decir que no lo leería miles de veces como lo hice con “El león, la bruja y el ropero”, mas si la tuviera en mi poder, vería cada vez que pudiera la historia de cómo la pequeña Mary Lenox, rescató un jardín olvidado y ayudó a sanar a su primo enfermo de rabias y penas, mientras juntos entendían que la vida deviene tan suave y natural como el cambio de las estaciones en la naturaleza.

1 comment:

johozz said...

Gracias me gusto tu reseña