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Friday, February 13, 2015

SALUD Y VIDA

El doctor Jaime Leyton zoto me devolvió la salud y me regaló vida. Él dice que es una exageración, yo digo que él no tiene idea de lo terriblemente asustada que estaba cuando llegué a su consulta y lo muy aliviada que salí de allí.
La misma tarde que dejé la clínica del Terror, mi hermana me subió a su auto y me llevó a la consulta del doctor Leyton, tenía el brazo con un horrible manchón Granate que picaba y no dejaba de crecer. En el fondo de mi pensamiento creí que me iba a mandar de regreso a la clínica.
Entré en su oficina y me descubrí el brazo. El Doc. es un hombre sereno, pero me miró a la luz con toda detención y confirmó que tenía una infección macabra. Pidió revisar los remedios que me estaban dando y concluyó que con esas dosis podía pasar semanas sin recuperarme. Me aumentó las dosis de todo y me mandó para mi casa. Tres días después de verlo la infección había remitido; cinco días después de verlo me senté a escribir esto.
El Doc. puso sus conocimientos al servicio de la vida ¿No es eso lo que se supone debe hacer un médico?, pues no, no se supone, hay tan diversas motivaciones en los médicos, como médicos hay en el mundo. Para el Doc. Leyton, él no hizo más que cumplir con su trabajo, como lo viene haciendo por años de años, pero acá estoy yo para decirle que lo que él considera su trabajo, su simple deber como médico, es la maravilla de devolverle la salud a los enfermos y que en ese acto, sencillo y desprovisto de pretensiones, lo que hace es regalar la bendición de la vida.
Yo creo que todo pasa por algo, creo que todo sucede en el momento preciso. Esto también. Me vi llevada al terreno de lo incierto, donde lo único con lo que contaba para salir adelante era mi fe y mi optimismo, no había nada más que pudiera hacer. En esos días que pasé exorcizando el miedo con una sonrisa, acabé por comprender que la vida es del todo impredecible y que lo único que puedo elegir es mi actitud frente a lo que se viene.
Quiero vivir mi vida a concho, quiero ser muy feliz, quiero hacer todo lo que se me plazca.

Gracias Doc. Por darme la oportunidad de hacerlo.


Tuesday, February 10, 2015

LA CLÍNICA DEL TERROR

Me picó una araña de Rincón. Bueno, no sé si fue una araña de rincón, ni siquiera los médicos que me vieron están seguros y si ellos no lo saben, entonces que puedo decir yo.


Cuando llegué a urgencias de la Clínica del terror, mis análisis de sangre y de orina salieron bien, me devolví a mi casa con remedios y la indicación de regresar si la mancha del veneno superaba una marca que me hicieron. La mancha creció y al día siguiente me vi en un cuento de Stephen King, con un intravenosa inserta en mi brazo, recostada en una cama, donde enfermeras y paramédicos se paseaban cada tanto inyectándome cosas que no sé qué eran y tomándome la presión, pero nadie me dijo que tenía, ni como lo estaban tratando. Esa noche asalté a la enfermera y le pedí me explicara, me estaban dando corticoides y antibióticos, el tema es que me los daban a cualquier hora y la mancha crecía y crecía. Incluso un día, cerca de la media noche, llegaron a ponerme por intravenosa un antibiótico verde que dolía al entrar en mi vena como aceite caliente y nadie me dijo nada, creo que esa fue la peor noche, pero la pasé.
El doctor, hacía su ronda a las 7 de la mañana. Largo, moreno y perfumado más allá del decoro, entraba en mi habitación, encontraba que todo progresaba y se iba. No fue hasta el tercer día, cuando me amotiné, que caí en cuenta de lo inadecuado que es hacer la ronda a los pacientes a una hora donde no hay ningún familiar presente, se supone que los enfermos no estamos en condiciones de entender y preguntar todo lo debido, y el doctor nada más me miraba el brazo, me dejaba pasada a perfume y se iba.


A la tercera noche la mancha infecciosa de mi brazo no dejaba de crecer, llamé a una enfermera que lo encontró terrible y me dijo que iba a buscar en internet (sí, en internet) porque parecía que tenía un estreptococo y capaz me tenían que hacer un cultivo. Llamé a mi hermana, como siempre que estoy en necesidad y apenas me calmé, decidí que me iba. Mis análisis salieron todos bien, pero la infección en el brazo no cedía y no pensaba quedarme ahí a ver qué pasaba, no soy esa clase de persona. Me instalé en el sillón y esperé al doctor que a las 7 de la mañana estuvo allí, me miró el brazo, que según él progresaba, y yo le lancé que me quería ir.
“¿Y si no te doy el alta?”, me lanzó mirándome con sus ojos oscuros.
“Entonces tráigame el papel donde lo eximo de responsabilidad, porque yo conozco mis derechos y me voy”
Fue HORRIBLE. Ahí estaba yo parada, en pijama, con un brazo infectado y el otro con la intravenosa, con el pelo sucio y el cuerpo cansado, enfrentándome al tipo que conoce las mezclas de drogas precisas para liquidarme. Nos miramos a los ojos, midiendo fuerzas, quizás vio mi determinación, quizás en esos instantes pudo ver que hablaba en serio y que me iba a ir por la buena o por la mala.
“Es una broma”, sonrió. “Voy a firmarte los papeles y te puedes ir”.
Por suerte mi hermana no tardó en llegar, me habría muerto del miedo de tener que esperar ahí solita a que volvieran con los papeles. Por suerte fueron a exigir que me sacaran la intravenosa, porque 3 horas después yo seguía allí sentada esperando mi liberación.

Dejé la clínica del terror con el brazo peor de lo que lo tenía, no sabía que iba a pasar conmigo, pero era libre y no estaba sola. 


Sunday, November 02, 2014

PUBLICACIONES DEL RECUERDO

:::Sindrome de la damisela en peligro:::


Ahí estábamos nosotras, a merced de esa horrible creatura que se agazapaba en una esquina tras la puerta. Había estado todo el día ahí, oculta en las sombras sin que pudieramos percibir su presencia pero, de pronto, la vimos y mi amiga, horrorizada, se trepó sobre su silla, mientras yo luchaba contra el temor que me provocaba la bestia y la necesidad de buscar una solución para deshacernos de ella... traté de neutralizarla con aerosol "campos de lavanda", pero eso no hizo más que enfurecerla, se retorció, sorprendida ante mi ataque y tuve temor de que huyera a donde no pudieramos encontrarla, esperando una oportunidad para atacarnos a retaguardia. Quise ponerle un pie encima, pero la ví tan grande que sentí que podía trepar y morderme.
- ¡Busca un carabiero!- Me dijo mi amiga, aún sobre la silla.
Evalué mis posiblidades, por una parte, la mujer independiente que muestro ser, se negaba a la posiblidad de ir a solicitar ayuda para eliminar al moustroso bicharaco, pero la niña que llevo dentro me pedía (igual de fuerte como me lo pedía mi amiga) que corriera a buscar a un carabinero, me daba verguenza, pero tuve que hacerlo... Y más encima era mi héroe (referencia a un post anterior) el que nuevamente se aparecía para rescatarme.
- Disculpe - le dije.
Él, que estaba sentado escuchando música me miró con los ojos bien abiertos (tiene unas pestaña kilométricas!)
- Tengo una petición muy femenina que hacerle... - le dije colarada hasta las orejas.
- Dígame.
Le reseñé brevemente mi temor, él se puso de pie como movido por una fuerza superior y bladiendo su espada (léase luma) entró en la oficina a deshacerse del moustro, yo no vi la batalla que se desarrolló (me quedé afuera) , solo mi amiga que permanecía sobre la silla pudo verla. Al final supe que todo salió bien... desde dentro de la oficina salió mi héroe llevando la araña muerta pegada en la luma (que fue a limpiar al patio).

Publicado el 18 de abril de 2006

Sunday, October 12, 2014

SUS NOMBRES

En uno de los lugares donde trabajo, tengo dos niñitas de casi 5 años, mellizas, que pronto van a conocer a sus padres adoptivos. Hace un par de semanas, llegaron los regalos y el álbum con las fotos que el matrimonio preparó, todo muy bonito y sin duda hecho con mucho cariño, el problema es que venían con los nombres que ellos quieren ponerle a las nenas, no con los nombres que tienen ahora. Ahí empezó el debate.
Se supone que, al adoptar el matrimonio puede ponerle el nombre que quiera a sus hijas, eso está bien y no hace ningún problema al adoptar un niño chiquito (menos de 3 años), con los niños más grandes, tiene que ser algo preparado, porque los niños tienen una historia, una historia no muy bonita, donde la vida les ha cambiado varias veces, no necesariamente para bien, y sin que ellos puedan opinar ni decidir sobre ninguna de las cosas que les ha pasado. Son niños que fueron vulnerados por las personas que debían cuidar de ellos, sacados de la casa que conocían, separados o abandonados por las personas que decían amarlos, a los que además se les dice que van a tener una nueva familia, que ellos no eligieron ni pidieron. Yo diría que con menos de eso cualquiera de nosotros estaría dándose de cabezazos contra las paredes, pero mis pequeños son admirables y valientes, y en general transitamos juntos esos caminos de dolor y salimos fortalecidos de ellos.
Con todas esas cosas pasando, a un niño más grandecito, como las niñas de las que les estoy hablando, lo único que les va quedando en la vida para afirmarse, es su nombre, su nombre que les da la certeza que pase lo que pase y estén donde estén siguen siendo ellas, sus nombres, que en la boca de sus nuevos padres, les asegura que son a ellas a quienes quieren, no a unas niñas que no existen.
Mi papel en la vida de mis niños es ser su voz frente a los adultos, soy garante de protección de sus derechos y, en este caso, luché por su derecho a la identidad, por su derecho a ser aceptadas por lo que las identifica y las diferencia. Ya debe ser difícil andar por la vida con una persona tan igual a ti, que suelen confundirte ¿Se imaginan si te sacan el único rótulo que hace diferente?
Con bastante esfuerzo, discusiones y penas, porque no me gusta la gente enojada, menos la gente con poder enojada, conseguí hacer escuchar la voz de mis nenas y sus nuevos padres, gente muy amable, no tuvieron ningún problema en llamarlas por sus nombres de siempre, porque aclaro, los enojados y peleadores eran otros.

Thursday, July 31, 2014

EL SUCESO EXTRAORDINARIO

Esta domingo sucedió algo asombroso. Algo que tiempo atrás no me habría parecido posible. Algo que, si me hubiese dicho que sucedería alguna vez, me habría parecido tremendamente fabuloso y un poco escalofriante.
Eso que quizás sucedería algún día, finalmente sucedió la madrugada de este domingo 27 de julio de 2014 y, desde entonces, me encuentro en un estado de panicoso shock. Bueno, también me han sucedido otras cosas panicosas y sorprendentes, pero no puedo culpar a esos acontecimientos por mis síntomas, porque todo comenzó con ese suceso extraordinario, la madrugada del domingo.
Tras 29 años escuchando que escribía bien, que podía ser talentosa, un día en que  mi vida corría peligro, me senté a escribir para la primera persona que me había querido leer: Mi hermana mayor, Paula. Así nació un libro con 7 cuentos que me demoré un año en escribir, pero cuya creación, le dio un nuevo sentido a mi vida.
Dos de esos cuentos querían más. Dos de ellos tenían personas que querían contarme más de sus historias, que me pedían continuar de su mano hacia el futuro. Elegí la historia que me aparecía más clara cuando cerraba los ojos, la que tenía los personajes que podía identificar como si los hubiese conocido por ahí, en algún rincón de la vida.
Juntos caminamos los siguientes 3 años. Pasamos de escribir el primer borrador de cada capítulo a mano, a sentarnos frente a la temible página en blanco del computador, porque si seguía a mano todavía estaría escribiendo. Pasamos de tener 4 días a la semana para estar juntos, a tener 3, a tener 2, a tener que hacerme el tiempo. Pasamos períodos en que las palabras no salían, períodos en las palabras fluían, períodos en que había que desecharlo todo y hacerlo de nuevo.
Tanto tiempo me acompañaron todas estas personas tan queridas y tan claro tenía el camino que restaba para el final de la historia, que cuando terminamos de contar lo que tenía que contar, se sintió extraño e irreal, pero así es, la madrugada del 27 de Julio, terminé de pasar mi novela de mi cabeza al papel.
Esta lista. Está terminada. No hay nada más que me atreva a decir al respecto, solo sé que se trata de un suceso extraordinario.


Thursday, January 30, 2014

:::CLICK:::




Cuando era un niña, estaban de moda unos puzzles de bolsillo, nada más que unos cuadrados con pequeñas piezas que había que rotar y buscarles el acomodo hasta que encajaran y mostraran la imagen. En tiempos sin internet ni video juegos, estos pequeños puzzles brindaban horas de diversión.
Cuando las piezas de estos puzzles calzaban hacían un pequeño sonido apenas perceptible, un sutil "Click" que se transmitía por todo el cuerpo, anticipando que el resultado final estaba cerca. Hace un par de meses yo volví a sentir ese "Click".
Durante mucho tiempo me sentí estancada en la vida, no la pasaba bien en mi trabajo porque a mis colegas no les caía bien y con el paso de los años la situación no mejoró (para más información hay por ahí otro post al respecto). No es que ellas sean malas personas, tampoco yo lo soy, simplemente no nos llevábamos y ese no era el lugar para mí. Ahora soy capaz de verlo de esa forma, pero hace unos meses y por casi 4 años viví con la sensación de ser una persona desagradable y desadaptada, para nada una bonita sensación.
Un día a mediados de noviembre venía en la micro regresando a mi casa de una entrevista de trabajo que no me gustó y suena mi celular. Había postulado a un reemplazo en mi trabajo soñado y me llamaron a entrevista, era solo un reemplazo por unas pocas horas, pero sentí el "Click", supe que las piezas empezaban a encajar y el esperado momento de avanzar había llegado.
Por supuesto quedé en este trabajo, medio tiempo estaba allí, medio tiempo en el infierno de siempre, podía soportarlo porque ahora trabajaba con otras personas a las que parecía agradarles más o al menos no desagradarles tanto, entonces sucedió lo terrible. Las chicas del infierno de siempre un día dejaron de hablarme y me llamaron a la oficina donde lo menos que me dijeron era que yo era cínica, hipócrita y mala persona, una chica nueva había formado un cahuín y ellas les agradaba, yo no. Lloré, lloré mucho ahí sentada con ellas diciéndome estas cosas. Nadie me pasó un pañuelo, nadie pidió que se detuvieran y ninguna quiso escuchar lo que yo decía. Ese fue el segundo "Click" o quizás el segundo "Click" fue en una paseo unas semanas después cuando las chicas del infierno se burlaron de mí "¡Estoy llorando, estoy llorando, soy una víctima!" gritaba una y las otras se reían. Elegantes ellas. 
Me deprimí, bueno, en honor a mis conocimientos lo correcto es decir que tuve: Estres post traumático. Andaba como alma en pena por el mundo, tan mal que una amiga y colega me dijo que era momento de ir al psiquiatra. Pedí la hora pero no tuve necesidad de ir. El tercer "Click" llegó antes.
Estaba sentada en la oficina y suena mi teléfono, como en mi pega soñada me llaman mucho, pensé que era eso, pero no, era mi nueva jefa, ofreciéndome irme a mi nuevo trabajo, un trabajo al que había postulado dos años atrás y que me necesitaba AHORA, justo en el momento que yo también lo necesitaba. Tercer "Click" el puzzle estaba armado.
Es curioso como se puede buscar por años una salida del lugar donde estamos sin ningún resultado hasta que de pronto solo sucede, igual que cuando jugaba con estos puzzles de los que les contaba, podía pasarme horas sin dar con el lugar correcto y de un momento a otro tocaba la pieza correcta y hacía "Click" y todas la otras empezaban a encajar. Maravilloso, es maravilloso sentir ese sonido en la vida real, porque sabes que las piezas se han empezado a mover, que no hay vuelta atrás y el mundo como lo conocías hasta entonces ha cambiado para siempre con un simple "Click"

Thursday, March 07, 2013

:::UN DÍA:::

Abro los ojos y agradezco despertarme a la hora que quiero y no a la que suena la alarma de mi celular. Anticipo el sabor del café en mi paladar y bajo a prepararlo, sin mirar a nadie porque todavía duermo, aunque lleve los ojos medio abiertos.
Con el café servido tomo mi tablet y reviso el diario. Llega un correo con la gran noticia que cambia mi día, mail del editor de la revista donde publico en Venezuela, leyó mi cuento y lo van a publicar, todavía no sabe cuando, pero pronto. Satisfacción. A alguien allá, a la mitad del continente, le gusta lo suficiente como escribo como para publicarme DOS veces, una puede ser el clásico golpe de suerte de quien tuvo las palabras para contar algo bueno, pero DOS, realmente quiere decir algo. "Sin sacrificio no hay recompensa", me conforta saber que mi sacrificio la tiene.
Me subo a la bicicleta para hacer ejercicios y me conecto los audífonos de mi personal. Mi hermana dice que ya no se le dice así, que ahora se llama mp3, pero yo igual le digo personal, porque me gusta más esa palabra, la nueva me suena a androide de "La guerra de las galaxias".
Hace días que estoy búscando como partir el capítulo 4 de mi libro. Hice el esquema del capítulo y quedó redondido, pero no me llenaba, le faltaba ese pequeño toque que le da vida a las palabras, o quizás le faltaba el toque que hacía que valiera la pena sentarme a escribirlo. Pedaleando aparecen las imagenes de los niños de mi libro, son tan simpáticos ellos, tan valientes, ¿Cómo voy a dejarlos estancados en el aburrimiento?.
Me siento a escribir, bueno, después de lavar la ropa, guardar mercadería y hacer el almuerzo, pero me siento a escribir y rehice el comienzo del capítulo, ahora funciona para mí y eso es bueno, si no funciona para mí en el primer borrador, no tiene caso que me imagine que a alguien más leyendo.
Me pilla la hora y tengo que arreglarme para ir a atender un pacientito. Le tengo susto a ese enano porque es disperso, tengo miedo que no me pesque y la terapia no resulte, la verdad es que me da miedo que no me quiera o peor aún, no poder quererlo yo, porque el vínculo que se genera con el amor es el primer paso para ayudar, tiene que ver con el vínculo primario con la madre, pero una psicóloga más docta se los puede explicar mejor, yo estudié para poner las cosas en práctica, no para repetir conceptos con exactitud.
Puros miedos infudados, el peque llega con ganas de hablar, en realidad habla de muchas cosas y no se fija en ningún tema porque es disperso, pero me habla con entusiasmo y se pone contento de que le preste atención. No es dificil prestarle atención, es entretenido, alegre y creativo, cuando me muestra sus figuritas de Legos favoritas estoy segura de que le caigo bien, así que se las celebro y aprovecho de empezar a enseñarle la diferencia entre la tensión y relajación, para que vaya aprendiendo que hay cosas que le incomodan.
Felicidad, siento mucho felicidad estando con él. Salgo de la pieza y se me acaba la felicidad. El papá golpeador está ahí, el que le tiró su pelito y le pegó patadas, desgraciado mil veces maldito, si ese fuera hijo mío no te habría quedado hueso sano, pero te habría quedado claro que a mi niño no me lo toca nadie.
Lo saludo con compostura, al menos creo que lo hago, espero haberlo hecho, para poder quedarme en la vida del pequeño lo suficiente para enseñarle a cuidarse del energúmeno. Pregunto por la mamá, está trabajando, él cuida a los niños porque está cesante. Mujer estúpida, pero la entiendo, el tipo es guapo y ella no tanto, las mujeres hacemos cosas estúpidas por los hombres atractivos, decimos que no, pero lo hacemos.
Me voy a mi casa pensando cosas malas, muchas cosas malas, tantas cosas malas que me conecto los audífonos del personal para que la música acalle los pensamientos. Lo consigo.
Ahorita ya es de noche, cuando termine de escribir este post me voy a poner a trabajar en mi cuento, a ver si la magia sigue funcionando.

Monday, February 11, 2013

DISFRUTAR
(Segunda parte)

Vuelvo a recordar el libro "Disfrutar como si hoy fuera tu último día" del que les hablé hace poquito, y es que acabo de salir de vacaciones y las vacaciones son sobre disfrutar.
Mi cabeza necesitaba un descansa urgente, lo supe las últimas semanas cuando sólo pensaba en no joderle la vida a un crio diciendo las palabras equivocadas. Por suerte no lo hice y me retiré al descanso dignamente.
No tengo idealizadas las vacaciones, a mí con no tener que pensar en los problemas de los otros, dormir unas horas más, tener tiempo para escribir, leer algunos libros y ver series de televisión, me basta. Pero si de disfrutar se trata, estas son las 10 cosas que más disfruto hacer, en cualquier época del año:
- Reírme. Mucho, muy fuerte y de cualquier cosa.
- Conversar con mi hermana.
- Leerme. Empecé a escribir para contarme historias, por eso cuando escribo algo que me ha gustado (no todo lo que escribo me gusta), me la paso muy bien leyéndome.
- Encontrar una nueva saga de libros de aventuras y consumirme leyéndola.
- Los aderezos (mayonesa, ketchup, mostaza y salsa de soya)
- El olor del papel de regalo, del antiguo, porque ahora hay unos plásticos que no huelen a nada y le quitan goce a mi placer de recibir regalos.
- Recibir regalos. Desde un pedazo de galleta; todos los regalos me gustan y los celebro a todos por igual, porque lo que disfruto es el hecho de que alguien encuentre suficientes razones para darme algo, sea lo que sea.
- Los cumpleaños. Me encanta celebrar el nacimiento de las personas, si es con fiesta ¡Mucho mejor! y si la fiesta es un cumpleaños infantil con dulces, piñata y muchos niños riendo, me siento feliz. Yo disfruto mucho mi cumpleaños, pero es sólo por extensión de mi pasión generalizada por los cumpleaños.
-Peinar a mis nenas. En el hogar donde trabajo, entre tantas peques cuesta que alguien se de el tiempo de cepillarles el cabello y peinarlas, a mí me encanta hacerlo, creo que es una forma de hacerles cariño, por eso me tomo el tiempo de cepillarles el cabello hasta que quede sedoso y luego se los tomo en trenzas, tomates, coletas, etc.
- Una noche de fiesta con mis mejores amigos. La aventura de saber dónde y cómo empieza la noche, más nunca saber doónde y cómo termina, me hace sentir protagonista de mi propia historia.

Espero que todos ustedes, de vacaciones o ya trabajado, estén disfrutando de este preciso momento, porque la vida es muy corta para gastársela en penurias y desganos.

Monday, May 14, 2007

:::La primera impresión:::



Existen muchas frases clisé que hablan sobre las primeras impresiones, algunos dicen que la primera impresión no es válida, otros señalan que la primera impresión es la correcta, con eso de que "fue amor a primera vista". Para mi es un poco de los dos, supongo que es porque la vida me lo ha mostrado así.
Cuando conocí a la Mary, me calló bien de inmediato, cuando estaba cerca de ella y de su familia me sentía super cómoda. Sentía que ella me potenciaba académicamente y las dos nos veíamos beneficiadas por ese hecho, supongo que, al principio ninguna de las dos quería ser amigas, estabamos juntas, trabajabamos bien y no había nada más allá. Nuestra relación fue creciendo con la cotidianidad, con las risas, con las confidencias, vinieron las discusiones, pero eran de esas discusiones que se tienen con las hermanas, que al final uno sabe que no pueden estar peliadas toda la vida porque son familia, así que se terminan por arreglar. La mary me gusta porque me mostró cosas de mí que no conocía, me ha enseñado a ser menos estricta conmigo misma y con los otros, pero también me ha enseñado a ser rigurosa (que no es lo mismo).
En cambio cuando conocí a la Vivi (pechurry en mi pizarra) me cayó mal, me cargaba ella, no tenía nada concreto en su contra, era simplemente que no tenía ganas de que me cayera bien. Además que ella llegó al grupo que yo tenía con la mary y más encima se llevaban mejor... Entonces la vida me dió una bofetada, porque cuando yo me sentí más triste, la que estuvo conmigo fue ella, firme como un roble, preocupada, cariñosa, positiva y descubrí que tenía a mi lado a una tremenda mujer, con la que podemos conversar de todo y sacar lecciones para las dos. La vivi me gusta porque conversando con ella siempre aprendemos algo.
En la vida no hay formulas, sobre todo cuando se trata de personas, la vida nos sorprende todos los días con algo nuevo, lo importante es apreciar cuando te hace un regalo. Debo confesar que durante mucho tiempo no fuí agradecida y me tuve que caer para aprender a apreciar con todas las fuerzas de mi corazón a aquellas personas que aparecieron en mi camino, a primera vista o después del tiempo, mis amigas son un regalo maravilloso.

Tuesday, January 23, 2007

:::Mala cosa:::


Mi abuelita se está extinguiendo. Lo sé porque antes vi como la vida se le escapaba a mi tata, el cuerpo se cansa de luchar y no es más que una cárcel para el espíritu. Su hora de partir a conquistar nuevas laderas se aproxima.