Todo comienza y todo termina con ojos azules.
Te pido que me dejes olvidada en el lugar más recondito de tu pensamiento, no me dejes nunca ser real, no me trates como si fuera alguien importante, no me permitas sentirme cercana a tí, no me dejes entrar en aquello que escondes, no me reveles tus secretos, no compartas conmigo tus anhelos. Yo prometo no entenderte, ni escucharte, olvidar todo lo bueno que dices, recordar de tí solo aquello que detesto y decirte una y otra vez lo poco agradable que te encuentro.
Juguemos a intentar enamorarnos, una y otra vez, para huir despavoridos cuando adivinamos la cercanía del objetivo, persigueme cuando me alejo de tí, obligame con tu indiferencia a dejarte cuando me encuentre demaciado cerca, yo prometo tener contigo la misma gentileza, te miraré con amor una que otra vez, para que creas que puedes huir despavorido y no regresar jamás, pero prometo recibirte a tu regreso con tu palabra favorita en los labios "No" y te dejaré hablando solo muchas veces, porque sé que te gusta.
La nuestra es una desunión tan conveniente, no comparto ninguna de tus ideas sobre como funciona el mundo, tu rechazas abiertamente los tesoros de mi corazón, estamos marcados por la penumbra, estamos destinados a no ser y aún así nos encontramos una y otra vez, quizás lo único que nos une es el afán de la contradicción, de negar con las palabras lo que nos decimos sin hablar.
Tus motivos para estar conmigo, son tan ocultos que no me esfuerzo en develarlos, mi motivo es la bendición que encuentro, cuando se enciende esa chispa en la oscuridad de tus ojos claros, cuando viajamos perdidos en el tiempo y el espacio, en esos momentos yo descubro la mentira que te has inventado para sobrevivir y disfruto el poder de tener la razón.
Espero en cualquier instante, no volver a saber de tí, de hecho, es mi deseo, pero pase lo que pase, te agradezco por no acompañarme y por no quererme, ten siempre presente que no me arrepiento ni un instante de haberme lanzado en la inmesidad de ese océano, en esos ojos en los cuales miro y parecen el cielo claro de una mañana que promete, en esos ojos que me invitan a perderme en el misterio infinito de tu soledad.