Thursday, February 23, 2012

:::El GRAN William Goldman:::


Su nombre dice muy poco la primera vez que uno lo ve. Podría tratarse de cualquier señor de apellido extranjero sobre el que se me ocurrió escribir. Pero si digo: "La princesa prometida", "Dos hombres y un destino" y "Todos los hombres del presidente", el nombre empieza a sonar diferente.

Y es que este narrador excepcional, ganador de dos Oscars como guionista, se pasea por todos los géneros con soltura y confianza. Justamente eso lo hace memorable a mis ojos, su capacidad para escribir guiones de acción, suspenso y terror (ha sido el guionista de varias películas del maestro Stephen King), poniendo su talento al servicio de otros y luego tomar su novela "La princesa Prometida" para encontrarme con un señor capaz de narrar una historia de amor épica llena de los toques precisos de humor.

Esta noche quiero regalarles un extracto del libro, cuando lo termine hablaré de él con mayor soltura.

Declaración de amor de Buttercup, pag 30 y 31:

"—Te amo —le dijo Buttercup—. Sé que esto debe resultarte sorprendente, puesto que lo único que he hecho siempre ha sido mofarme de ti, degradarte y provocarte, pero llevo ya varias horas amándote, y con cada segundo que pasa, te amo más. Hace una hora, creí que te amaba más de lo que ninguna mujer ha amado nunca a un hombre, pero media hora más tarde, supe que lo que había sentido entonces no era nada comparado con lo que sentídespués. Mas al cabo de diez minutos, comprendí que mi amor anterior era un charco comparado con el mar embravecido antes de la tempestad. A eso se parecen tus ojos, ¿lo sabías? Pues sí. ¿Cuántos minutos hace de eso? ¿Veinte? ¿Serían mis sentimientos tan encendidos entonces? No importa. —Buttercup no podía mirarle. El sol comenzó a asomar entonces a sus espaldas y le infundió valor—. Ahora te amo más que hace veinte minutos, tanto que no existe comparación posible. Te amo mucho más en este momento que cuando abriste la puerta de tu choza. En mi cuerpo no hay sitio más que para ti. Mis brazos te aman, mis orejas te adoran, mis rodillas tiemblan de ciego afecto. Mi mente te suplica que le pidas algo para que pueda obedecerte. ¿Quieres que te siga para el resto de tus días? Lo haré. ¿Quieres que me arrastre? Me arrastraré. Por ti me quedaré callada, por ti cantaré, y si tienes hambre, deja que te traiga comida, y si tienes sed y sólo el vino árabe puede saciarla, iré a Arabia, aunque esté en el otro confín del mundo, y te traeré una botella para el almuerzo. Si hay algo que sepa hacer por ti, lo haré; y si hay algo que no sepa, lo aprenderé. Sé que no puedo competir con la condesa ni en habilidades ni en sabiduría ni en atracción, y vi la manera en que te miró. Y vi cómo tú la miraste. Pero recuerda, por favor, que ella es vieja y tiene otros intereses, mientras que yo tengo diecisiete años y para mí sólo existes tú. Mi querido Westley..., nunca te había llamado por tu nombre, ¿verdad...? Westley, Westley, Westley, Westley..., querido Westley, adorado Westley, mi dulce, mi perfecto Westley, dime en un susurro que tendré la oportunidad de ganarme tu amor."


La respuesta de Westley, Pag. 33:

"—Durante todos estos años he permanecido en mi choza por ti. He aprendido idiomas por ti. He fortalecido mi cuerpo porque creí que podría halagarte un cuerpo fuerte. He vivido toda la vida rogando porque llegase el día en que te fijaras en mí. En estos años, cada vez que posaba en ti mis ojos, el corazón me latía desbocado en el pecho. No ha pasado ni una sola noche sin que me durmiera viendo tu rostro. No ha pasado ni una sola mañana sin que tu imagen aleteara tras mis párpados al despertar... ¿Has logrado entender algo de lo que acabo de decirte, Buttercup, o quieres que siga?
—No pares nunca.
—No ha pasado...
—Westley, si me estás tomando el pelo, te mataré.
—¿Cómo puedes soñar siquiera que te esté tomando el pelo?
—Es que no me has dicho que me quieres ni una sola vez.
—¿Es todo lo que necesitas? Sencillo. Te quiero. ¿De acuerdo? ¿Quieres que te lo diga en voz más alta? Te quiero. ¿Quieres que te lo deletree? T, e, q, u, i, e, r, o. ¿Quieres que te lo diga al revés? Quiérete."


Solo me queda decirles que espero que todos hayan visto alguna vez la película y si no lo han hecho. ¡No esperen más!. Sobre el libro, yo no lo encontré en Chile y lo descargé de internet sin nada de culpa, después de todo, el Sr.Goldman no necesita de mi dinero para vivir.

Wednesday, February 01, 2012

:::MADE IN CHILE:::


Este fin de semana conocí a un chico de Perú y nos la pasamos saliendo todo el fin de semana, porque yo quería mostrarle los lugares más lindos de Viña del mar. En esos paseos aprovechamos de conversar y caí en cuenta de que pese a ser vecinos íntimos, no somos iguales. La cultura nos marca.

Para empezar, cuando nos poníamos a hablar rápido, aunque era el mismo idioma, nos entendíamos la mitad de lo que decíamos, yo le alegaba que él se comía las R al medio de las palabras y él me indicaba que no pronunciaba ninguna S al final de las palabras. A cada rato yo digo "Po", como por ejemplo: "no po" "si po" "ya po" bueno po". Ellos dicen "Te quiero" para indicar que le agradas, acá si un hombre te dice te quiero significa que siente cosas lindas y románticas por tí.

Sus comidas están llenas de aliños, hierbas y picantes, en tal cantidad de que me la llevaría enferma del estómago. Nuestras comidas están tan llenas de aceite que él se la pasó vomitando todo su primer mes en Chile. Y odia la mayonesa y los completos, cuando nosotros amamos la mayonesa y los completos, tanto que los consideramos una comida integral.

Entonces me habló de su madre y ahí noté LA diferencia fundamental. Me contó que en su cumpleños suele invitar a todos sus amigos a casa a beber mucho, luego salen a bailar y a beber más. Cerca de las 5 de la mañana regresan a casa todos borrachos y su madre les prepara algo de comer a él y sus amigos. Cuando me contó, me horrorice ante tamaño abuso, aunque también pensé que era yo la estricta, así que decidí preguntar a algunas amigas, amigos y sus madres.

Tras mi encuesta descubrí que no era yo. La mayoría de las mujeres en Chile, permitirían que su hijo llegara con sus amigos a esa hora, siempre que se mantengan silenciosos, algunas optarían por hecharlos a todos y mandar al hijo a dormir la borrachera, pero NINGUNA, se levantaría a preparar comida para el grupo, porque eso sería una real PATUDEZ del hijo en cuestión. De hecho, los hijos jamás esperarían que sus madres hicieran algo así.

Chile es un matriarcado silencioso. Los hombres hacen lo que sus mujeres dicen, siempre y cuando no se den cuenta de que lo están haciendo. Y por mujeres me refiero a las madres, las esposas, las hijas, las amigas y todas las mujeres en general. Ya lo dice el humorista Coco Legrand, para que el hombre chileno sea feliz tiene que ser "Siempre Hueón", de ser así nosotras nos desvivimos por atenderlo y cuidarlo, pero si en cambio se pone pesado o como decimos acá "se sube por el chorro", la respuesta será fria e inmediata "No quiero no más, po" y cuando una mujer chilena dice que no, es NO, y nada nos cambia la convicción, ni por las buenas, ni por las malas.

Con todo esto, no pretendo exaltar a la mujer chilena, en comparación con la mujer del Perú, somos unas brujas malvadas y en comparación con la argentina y bracileña, somos feisimas. Solo quiero señalar tenemos una cultura que nos hace particulares y como en cada país somos nosotras las que criamos a hombres y mujeres, las que les enseñamos a hablar y cocinamos para ellos, somos nosotras también quienes les enseñamos de chiquitos como funcionan las cosas, en este caso como funcionan las cosas MADE IN CHILE.