Friday, February 13, 2015

SALUD Y VIDA

El doctor Jaime Leyton zoto me devolvió la salud y me regaló vida. Él dice que es una exageración, yo digo que él no tiene idea de lo terriblemente asustada que estaba cuando llegué a su consulta y lo muy aliviada que salí de allí.
La misma tarde que dejé la clínica del Terror, mi hermana me subió a su auto y me llevó a la consulta del doctor Leyton, tenía el brazo con un horrible manchón Granate que picaba y no dejaba de crecer. En el fondo de mi pensamiento creí que me iba a mandar de regreso a la clínica.
Entré en su oficina y me descubrí el brazo. El Doc. es un hombre sereno, pero me miró a la luz con toda detención y confirmó que tenía una infección macabra. Pidió revisar los remedios que me estaban dando y concluyó que con esas dosis podía pasar semanas sin recuperarme. Me aumentó las dosis de todo y me mandó para mi casa. Tres días después de verlo la infección había remitido; cinco días después de verlo me senté a escribir esto.
El Doc. puso sus conocimientos al servicio de la vida ¿No es eso lo que se supone debe hacer un médico?, pues no, no se supone, hay tan diversas motivaciones en los médicos, como médicos hay en el mundo. Para el Doc. Leyton, él no hizo más que cumplir con su trabajo, como lo viene haciendo por años de años, pero acá estoy yo para decirle que lo que él considera su trabajo, su simple deber como médico, es la maravilla de devolverle la salud a los enfermos y que en ese acto, sencillo y desprovisto de pretensiones, lo que hace es regalar la bendición de la vida.
Yo creo que todo pasa por algo, creo que todo sucede en el momento preciso. Esto también. Me vi llevada al terreno de lo incierto, donde lo único con lo que contaba para salir adelante era mi fe y mi optimismo, no había nada más que pudiera hacer. En esos días que pasé exorcizando el miedo con una sonrisa, acabé por comprender que la vida es del todo impredecible y que lo único que puedo elegir es mi actitud frente a lo que se viene.
Quiero vivir mi vida a concho, quiero ser muy feliz, quiero hacer todo lo que se me plazca.

Gracias Doc. Por darme la oportunidad de hacerlo.


1 comment:

Oswaldo Aiffil said...

Hoola Rominita bella! Vengo a enterarme de esta historia casi un año después. Pero nunca es tarde para desearte lo mejor. Qué bueno que los caminos de la vida te pusieron con el Doctor Leyton y su sabiduría médica. Un abrazo enorme dejo por aquí para ti y para mi Lady Paula. Te quiero infinitamente. Besos.