:::MI SILENCIO Y MI SER:::

Hoy fue el cierre de sistémico (para los que no saben estoy egresando de psicología), la profe nos entregó las notas y para mi sorpresa obtuve un 50 de promedio final, todo un éxito si consideramos el pasado... que pueden revisar en mi blog anterior (si son lo suficientemente ociosos), yo pensé que había pasado el ramo arañando el cuatro y que iba a ser la peor nota haciendo la práctica en la comisaría (si, haré la práctica con los carabineros en Violencia y familia, todavía no tengo la información precisa, por ello no comento más), que es una de las prácticas más TOP que ofrece la universidad, probablemente por lo "peliagudo" del tema y porque para hacer la práctica en ese lugar hay que tener aprobado el ramo que mencioné, que es el que más gente reprueba el último año.

A modo de despedida, se organizó un juego donde teníamos que ponernos en círculo y tirar un ovillo de lana a una persona de nuestra elección diciendo que nos gustaría tener de esta persona y que nos gustaría regalarle, la persona no se podía repetir. Todo esto es muy bonito...pero ninguno de mis compañeros me tiró la madejita de lana a mí...quedé para el final, todos tenían agarrado su pedazo de lana y yo...NADA... como no tenía otra opción el ayudante, tuvo que lanzarme la madeja y como no tiene idea de mí, me dijo:

"Yo me quedo con tu silencio y te regalo labia"

Me dio mucha risa, pero es la pura verdad, cuando estoy en grupos grandes de personas trato de permanecer en silencio a no ser que tenga algo importante y apropiado que decir... de lo contrario me pongo tan nerviosa que digo puras TONTERAS... Aunque si debo ser totalmente honesta, desde muy pequeña tengo la tendencia a hablar demaciado cuando estoy contenta y me siento cómoda, por el contrario, si me siento molesta, triste o incómoda, mi boca se cierra herméticamente y no se me ocurre absolutamente nada que decir, quedo literalmente en blanco.

Tengo incluso la tendencia a seguir a las personas, en un continuo e interminable BLABLABLABLA, esto lo hacía con mi mamá y mi hermana al principio, pero ahora de grande, me pasa también con mis amigos, de hecho una vez estuve en la casa de un amigo que amablemente me sirvió once (Galán él) y mientras llevaba las cosas de la cocina al comedor yo caminaba tras él hablándole de millones de cosas. Pero esta tendencia, que entretiene a mis más cercanos, no puedo repetirla estándo en clases, sobre todo cuando para poder hablar necesito manejar a la perfección cierto lenguaje técnico, que no estoy segura de manejar tan bien como otros.

En fin, los gatos ronronean de felicidad y yo hablo sin parar, pero al igual que estos felinos, no le ronroneo a todo el mundo, por ello no me extraña que a quienes no entrego mi confianza me consideren una persona SILENCIOSA.

Rominita.