Friday, September 22, 2006

:::Como doctor de campo:::


En Chile (supongo que en otros paises también), se usaba el trueque (intercambio de objetos), por la obtención de ciertos servicios, sobre todo en el campo, donde el dinero es escaso, pero la gente igual gusta de pagar por los servicios recibidos, supongo que la idea de quedar en deuda o parecer desposeido no le sienta bien a nadie, especialmente cuando SI se tienen cosas, pero NO se tiene dinero.
Dicen que la gente de campo es cariñosa, se dice eso porque siempre están dispuestas a tender una mano y porque cuando se hace algo amable, retribuyen con especies, me imagino que a más de un doctor alguna señora le pagó con una gallina o una canasta con verduras y de ahí que usemos la expresión "doctor de campo" cuando la gente te da regalos en vez de dinero.
Mi práctica en Carabineros es gratuita, ni mi compañera ni yo recibimos un peso por la atención de pacientes y ellos van las veces que sea necesario o que quieran (tenemos pacientes con 12 sesiones y otros que abandonan a la primera visita). La razón por la que no cobramos es porque no somos profesionales y en el fondo con cada una de las personas que atendemos estamos ganando experiencia, afinando el ojo y aprendiendo.
Muchas personas saben que un terapeuta (psicólogo) es bueno por la cantidad de dinero que cobra por su atención y por el edificio donde tiene ubicada su consulta... en mi caso es al revés, yo me doy cuenta de cuan buena terapeuta soy por la cantidad de abrazos que recibo al terminar la consulta, por las sonrisas de las personas que al principio lloraban y la cantidad de personas que me dan las gracias.
Es mágico cuando uno siente que hace algo por alguien que nadie más puede hacer por esa persona, es como en la película "cadena de favores", donde el niño eligio a tres personas para hacerles un favor grande, algo que cambiara sus vidas y que nadie más pudiera hacer por ellos y, a cambio, les pedía que hicieran algo igual por tres personas más... Yo no hago eso.... pero me doy cuenta que hice algo grande cuando una niña me llevó un arreglo de rosas rojas; cuando una señora que llevaba a su hijita me llevaba galletas para tomar once; cuando una señora que atendimos por depresión, me dejó una tarjeta de agradecimiento y un hermoso marcapáginas hecho a mano; cuando la directora de un colegio donde atendíamos niños nos esperaba con café y galletas para pasar el frío del invierno.
Esto me hace sentir como doctora de campo, es como que la gente siente que tiene que darme algo a cambio y fue más claro ayer, cuando terminamos una sesión con unas pacientes bastante complicadas y la mamá nos miró, abrió su bolsa y nos ofreció pan, nosotras nos negamos, pero ella insistió en que recibieramos el pan que nos ofrecía porque debíamos tener hambre... tenía razón eran las 9 de la noche y no habíamos almorzado.
Hay días en que estoy cansada de mi vida y me siento terriblemente sola... pero en ocasiones como ayer me doy cuenta que, algunas veces, ayudo a que otras personas sientan que su vida no apesta tanto y vean que siempre hay una forma de solucionar los problemas y ser felices.... aunque yo todavía no la encuentre para mí, hacer eso me hace pensar que siempre hay una forma.

rominita chiii.

3 comments:

Pauli MuSa said...

La gente en estos tiempos de rapidez tiene la necesidad de que la escuchen y de sentirse escuchada.
Sigue asi y seras una gran sicologa.

playera said...

Hablando de agradecimientos:
El otro día, conocí a un matrimonio alemán que me preguntaban cómo se llegaba al tren. Les acompañé, expliqué cómo sacar el billete... quedaron tan agradecidos que me hicieron una fotografía y me pidieron el e-mail. Mi sorpresa fue recirlo junto con las fotografías de su estancia en Málaga, y donde, con unas palabras de mucho cariño me invitaban a Alemania y decían que les encantaría volverme a ver.
Ahí estaba yo perpleja viendo las fotografías y pensando que un matrimonio en algún lugar de alemania me recuerdan con cariño y gratitud. :)
Creo que tu trabajo es muy bonito.

Silvia said...

La primera vez que visite a mi psicologa (y ahora amiga)me sente en su sofa (uno convencional)y le dije: me estoy volviendo loca.Con paciencia me explico que eso no era cierto, que la vida nos impone aveces cargas (emocionales)que se desequilibran un poco y no podemos enderesarlas solos,para eso estaba ella, para ayudarme,y lo hizo.Desde entonces vivo convencida que la terapia es buena para todos,no le he regalado nunca nada por su trabajo,(le pago su consulta) pero la recomiendo un monton. Enderezar las cargas de otras personas no es facil,exige un espiritu y una sensibilidad especial,se que tu los tienes,se cuela entre tus letras,¿no es maravilloso hacer lo que a una le gusta?

Contenta de volver a leer lo que escribes,
Cariños
Silvia