:::Cambio en el equipo:::

El Sr. Cerdito se ha tomado unas vacaciones ¡Vaya si se las merecía!, trabajó incansable durante un año completo de día y, algunas veces, también trabajó por las noches.

Pero el Sr. Cerdito es un excelente trabajador, cargaba en su espalda las llaves de una casa, lo que sin duda era toda una responsabilidad, si él no cuidaba las llaves con esmero y preocupación, éstas podían extraviarse y su querida Jefa se quedaría sin remedio fuera de la casa. No es que a la Jefa le guste particularmente entrar en la casa, pero aún así era mejor para ella tener un techo sobre su cabeza que dormir bajo las estrellas.

El Sr. cerdito había comenzado a sufrir de dolores de espalda, porque no todas las carteras de la Jefa eran de un tamaño apropiado a su contextura, pero de todas maneras él se introducía en todas ellas sin quejarse. Varias veces fue aplastado por algunas carpetas pesadas y algún que otro libro, incluso, en una ocasión, quedó bajo un paraguas empapado por la lluvia, dentro de un bolsillo (la jefa se mete el paraguas mojado al bolsillo cuando sube apurada a la locomoción).

Pero el Sr. cerdito ama su trabajo y a su Jefa, porque ella siempre le dice :"Mi chanchito lindo" y algunas veces, cuando nadie la ve, le da besitos y le sonrie, su Jefa lo ama desde el día en que EL se lo regaló.

Por todo esto que les cuento, el Sr. Cerdito se ha ganado unas merecidas vacaciones, hace un par de días la Jefa le sacó el pesado arnés con que cargaba las llaves, lo depositó en su cama y le dijo: "a mi me gusta tu trabajo, me encanta llevarte conmigo y compartir todos mis momentos. Pero ahora te ganas te un descanso acá entre mis almohadones y no volverás al trabajo hasta que llegue la primavera y te des un buen baño". El Sr. Cerdito no tuvo nada que decir contra eso y ahora se dedica a descansar y mirar la televisión desde la cama.

En reemplazo del Sr. Cerdito ha entrado a trabajar el Sr. Perez, pariente cercano del Archifamoso "Ratón perez", que en algunos paises se dedica a cambiar dientes caidos por monedas relucientes. La jefa sospechó que el Sr. Perez podía ser un trabajador responsable y diligente al igual que su pariente.

El Sr. Perez había esperado una oportunidad como esta toda su vida y supo que algo maravilloso iba a sucederle cuando aquel niño pequeño y sonriente metió una moneda en la máquina y él, de entre todos los animales de la esfera, fue el elegido para salir. El niño sonriente y su mamá lo envolvieron en papel de regalo y lo próximo que supo de él, fue que la Jefa lo miraba sonriente mientras exclamaba: "Muchas gracias mi niño, ¡Es el Sr. Perez!". Así descubrió él que no era un simple y común ratón, sino que por sus venas corría la misma sangre que la del ratón más querido por los niños, esa era toda una responsabilidad, pero a la vez un honor y una maravilla. Por eso cuando la Jefa decidió darle vacaciones al trabajador Sr. Cerdito, él decidió que cumpliría su misión con la misma responsabilidad y alegría, quien sabe, quizas luego sea él quien se gane unas buenas vacaciones recostado en las almohadas de su amada Jefa.