:::El día siguiente:::

Pasó el día fatídico, no fue el fin de la humanidad y para algunas personas fue un día maravilloso. Estoy segura que en algún lugar del mundo alguien se sintió feliz y lleno de bendiciones en el día que todo debía acabar, estoy segura de que una madre sonrió al darle la bienvenida al mundo a su hijo y no se le pasó por la mente que su pequeño tesoro podía llegar a ser el famoso "anticristo". Me alegra pensar que si alguien hizo algo terrible, aún tiene tiempo de remediarlo, porque todavía no es demaciado tarde para intentar ser más felices.

Ayer no se acabó el mundo y gracias a eso me junté en Viña con la Mary para ir a trabajar y nos reimos de mis teorías del "fin de mundo", después caminamos por los cerros de Valparaíso, atendimos pacientes y tuve la ocasión de conocer a una hermosa pareja que la ha pasado realmente MAL en la vida, pero se aman y permanecen juntos, ellos me recordaron que alguien una vez me dijo que no son las promesas, las palabras o los testigos, quienes hacen que dos personas permanezcan juntas... porque al final, lo único que de verdad importa es el amor, eso que une a las personas sin justificación y sin que nadie tenga que entender.

Más tarde terminé mi jornada caminando por la playa, mientras Ricardo Arjona cantaba en mi cabeza: "¿Cuándo fue la última vez que viste las estrellas con los ojos cerrados?", mientras me recordaba que "el caso no es entenderse sino aceptarse"... sabio hombre ese que ha inventado las canciones que me dedican...

Y teniendo un 6 de junio de 2006 como ese...¿Cómo no creer que el fin de algo, no es más que el comienzo de otra cosa?

rominita chii.