Saturday, January 28, 2006

:::Las tardes de mi infancia:::

Hay cosas en la vida que nos quedan marcadas en el corazón como un tatuaje, porque no importa el tiempo que pase, no las podemos eliminar, cuando mucho las deforma el tiempo, pero aún así permanecen en nosotros. Una de esas cosas para mí, es la hora de la once cuando era pequeñita.
Mi mamá me calentaba la leche y la ponía en unos vasos plásticos con una especie de "tapa mamadera", yo sentía ese olor tan característico de la leche cuando está hirviendo, sabía que se aproximaba algo bueno y mi cuerpo pequeñito se tensaba de anticipación.
Sentada en el living de mi casa o estirada en la cama de mis papás, mi mamá me hacía entrega del ya mencionado vaso de leche acompañado de pan con margarina, que yo disfrutaba viendo mis dibujos animados favoritos en "Pipiripao" y eso era genial... yo era sencillamente feliz. Algunas veces en el verano, cuando había plata, mi mamá hacía leche con plátano para la once y nos servía a mí y a mi hermana en unos vasos blancos de vidrio, eso era MUY especial, ¡Podíamos tomar en vasos que se quebraban!, la leche con plátano se acompañaba de galletas y, recuerdo que en algunas gloriosas ocasiones, todo esto coincida con una película entretenida en "tardes de cine"... Eso era el Paraíso.
rominita chii

1 comment:

Tomas said...

hola, gracias por tus visitas.
Esos momentos sencillos son extraordinarios
Respondiendo a tu pregunta, tengo un termometro... ahora no tiene que ser tan exacto el tema de la temperatura...jaja