Thursday, January 26, 2006

:::Willy Wonka:::

Hoy por la tarde, sin ánimo siquiera para conversar, por el exagerado calor que nos quitaba las fuerzas para movernos, nos recostamos en la cama con mi hermana y fuimos secundadas por mi sobrino para a ver una película.
Primero, creamos una corriente de aire artificial entre el ventilador y el ventanal abierto del balcón, luego nos recostamos y elegimos ver "Charlie y la fábrica de Chocolate", yo recordaba haber leido el libro de pequeña, pero solo lo sostenía a grandes razgosen la memoria, debido a que, en aquellos años leer era un vicio incontenible y deboraba todo lo que tuviese a mano sin discriminar y sin concederle mayor importancia, es decir, en aquella época leía como ahora fumo.
La verdad es que disfrutamos bastante de la película, Willy Wonka (personificado por un, a mi parecer, brillante Jonny Deep) nos recordaba a michael jackson (¿Se escribe así?, si no, disculpen mi ignorancia), con esa piel casi plástica... Además que el tono irónico que utilizaba con los niños era de antología y las voces que escuchaba y le hacían recordar su pasado lo hacían MUY esquizofrénico. Los héroes de las historias modernas para niños no tienen nada de esos santurrones que recuerdo yo de mi tierna infancia, aunque también cabe la posibilidad de que, en la inocencia de aquello años, no viera aquellas característica que en la actualidad vislumbro en los personajes. Merece una mención particular los pequeños trabajadores de la fábrica, todos encarnados por un mismo actor que además hacía de psicoanalísta y de narrador, a ese hombre deberían pagarle el sueldo de todos los personajes que representó.
Al terminar de ver la película, descubrimos que ésta poseía un mensaje subliminal:"¡Corre a comer chocolate!", ya que los 4 (casi al final se incorporó mi sobrina), teníamos unos deseos incontenibles de comer chocolate, tanto así que tuvimos que salir y comprar chocolate y comerlo de inmediato para que nuestros deseos mermaran... Al parecer Willy Wonka cumple su misión de llenarnos de dulces deseos y de la incontenible necesidad de satisfacerlos (mi sobrino de 3 años BRAMABA por chocolate).
Al final, como todas las películas y libros infantiles, "Charlie y la fábrica de chocolate" está llena de esperanzas y buenos deseos. lo que me recuerda que SIEMPRE las mejores cosas de la vida son simples, dulces y mágicas.

rominita Chii.
PD: ¡Feliz cumpleaños a Javier Cruzat!, 26 no es nada coloro.

1 comment:

Rodrigo said...

uffff, no esperaba abrir...pero en fin...aquí vamos...yo también vi la pelicula, y cuando era más chico vi la versión "antigua"...ambas me gustaron...

Como me gusta cocinar, por la tarde derretí chocolate y modelé unos recipientes para comer helado....uhmmm ¡ya me acordé de la pelicula....!

cariños